10 cosas que no sabías del mindfulness

1) El «momento actual» dura unos 3 ó 4 segundos.

Una investigación realizada por Daniel Stern ha encontrado que nuestras experiencias para «vivir el presente» son momentos que suelen durar entre 1 y 10 segundos. Solo los meditadores más experimentados pueden ser plenamente conscientes de cada segundo que pasa.

2) La definición científica de la atención plena consiste en la autorregulación y la curiosidad.

Aunque hay muchas definiciones sobre la atención, pocas personas saben que los científicos que investigan la atención plena se unieron para llegar a una definición formal de la atención con el fin de entender mejor este fenómeno tan interesante. El consenso fue que la atención es:

a) La autorregulación . de nuestra atención, junto con

b) una actitud de curiosidad , apertura y aceptación.

3) Cada programa o taller basado en la atención no es más que una «plataforma de lanzamiento».

Todas las aplicaciones prácticas que se dan el mindfulness lanzan a los participantes hacia una mayor conciencia, superación, bienestar y fuerza mental. Pero, como dicen los expertos, cada uno de estos programas son el menú, pero no la comida; son el mapa, pero no el territorio.

4) El primer paso en el aprendizaje de la atención plena es poner «el piloto automático» lo antes posible.

Existe una recomendación para los que empiezan a aprender sobre la práctica de la atención plena: intentar poner el piloto automático tan pronto como sea posible. Nuestras mentes están alejadas de lo presente. Un primer paso en el cultivo de una mayor atención es notar cuanto antes que tu mente se ha extraviado. Cuanto antes te des cuenta de esto, más eficaz será la práctica de la atención plena.

5) Nuestra mente puede procesar 126 «piezas» de información cada segundo.

Hay tanto que podríamos observar en nuestro entorno que no lo hacemos. Por supuesto, gran parte de la información sensorial es innecesaria y nos puede obstaculizar, pero este hallazgo del investigador Mihaly Csikszentmihalyi revela que SIEMPRE hay mucha más información de la que no somos conscientes por falta de atención.

6) Desde el comienzo de este milenio, la investigación sobre la atención se ha incrementado en 20 veces.

La ciencia y la práctica de la atención plena se quieren. El mindfulness se ha convertido en una práctica muy popular en los centros de tratamiento, empresas, aulas, talleres y, sobre todo, en los laboratorios de investigación de todo el mundo. 

7) Las metodologías del mindfulness y las de la relajación son muy diferentes.

Muchos practicantes se funden en estos dos enfoques o usan las palabras como sinónimos. Sin embargo, el propósito del mindfulness no es la relajación. El objetivo del mindfulness es el cultivo de la conciencia.

La gente a menudo se confunde porque un «efecto secundario» común de la práctica de la atención plena es la relajación.

8) El «descentramiento» es una de las explicaciones fundamentales de por qué el mindfulness es tan eficaz.

El descentramiento se produce al observar tus pensamientos y sentimientos como eventos temporales en tu mente y no hechos o verdades acerca ti. Cuando te estás preocupando una y otra vez por algo malo que puede pasar, haces que el pensamiento preocupante se vuelva dominante y lo reconoces como un hecho o realidad.

Hay que tener en cuenta que ese pensamiento preocupante no es más que un pensamiento pasajero que pasa por tu mente. Si quieres que tus pensamientos preocupantes se vuelvan pasajeros tendrás que practicar mindfulness durante un tiempo. En realidad lo que practicas se llama descentramiento.

9) El mindfulness se encuentra en todas las grandes religiones del mundo.

El budismo es sin duda el lugar de origen de la práctica de la atención plena. Sin embargo, los místicos cristianos como Santa Teresa de Ávila, destacaron la reflexión consciente como una forma de estar en comunión con Dios. El aspecto consciente de la atención tiene muchos nombres: zikr en el Islam, kavaná en el judaísmo y el samadhi en el budismo y el hinduismo.

10) Nadie es un experto en mindfulness.

Tenga cuidado con los que se consideran expertos en mindfulness. Una vez que alguien dice que es un experto en algo, deja de explorar. Se ralentiza su curiosidad. Una vez que la investigación y la curiosidad se marchita, también lo hace la atención. La atención, en cambio, se ve mejor como un proceso continuo.

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